1er Encuentro de la Red de Investigación Crítica del Sur
Los días viernes 15 y sábado 16 de agosto, con el apoyo del IFEA y del Centro Bartolomé de las Casas (CBC), se celebró en la ciudad del Cusco el primer encuentro de la Red de Investigación Crítica del Sur. Integrantes de Cusco, Tacna y Puno se reunieron para un momento fundacional de esta plataforma de jóvenes investigadorxs, con miras a constituir un espacio capaz de articular esfuerzos y generar sinergias para el surgimiento de un espacio académico desde el sur peruano que cuente con sus propias plataformas y agendas de análisis crítico, debates, y medios de publicación científicos.
El viernes se presentó el número 62 de la Revista Andina, editada por el CBC y coordinada por el equipo impulsor de la Red. Este número agrupa artículos redactados desde diversos puntos de vista, pero que tienen en común de responder a las siguientes preguntas: ¿cómo y para qué se hace investigación desde el Sur desde una perspectiva situada tanto territorial como socioculturalmente? ¿Qué hace de diferente esta forma territorial y políticamente específica de hacer investigación, respecto de los centros de producción de conocimiento científico en ciencias sociales centrales o hegemónicos (Lima, Norte global)? ¿Qué temáticas y qué enfoques prioriza? ¿Con quiénes dialoga, y para quiénes trabaja? ¿Qué debates e inquietudes la atraviesan, en tanto la Red está comprometida en aportar a una transformación social más amplia? De cierto modo, partiendo de lugares de enunciación más o menos personales y apoyándose en experiencias de campo y de vida en el Sur andino, los distintos artículos proponen apuestas metodológicas que contribuyan a descentralizar, despatriarcalizar y descolonizar los modos de producir conocimiento y que además ayuden a visibilizar las relaciones de poder que atraviesan la academia, con una persistencia de dinámicas centralistas.
Contamos con los comentarios de cuatro personas: Luis Nieto Degregori, coordinador de la Revista Andina para el CBC; Marelin Candia, como autora de uno de los artículos y parte del equipo impulsor de la Red; Diana Flores, como integrante del Consejo Directivo de la Red; y Federico Helfgott, profesor de antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Los comentarios se concentraron en varios aspectos. Primero, algunos puntos en común, como el diagnóstico de la investigación en el Perú, sus dependencias epistémicas, fragilidades económicas y la concentración de recursos en ciertas instituciones académicas limeñas y privadas. También, ciertas apuestas sureñas, tanto temáticas (la minería y las economías informales, por ejemplo) como metodológicas (asumiendo un punto de partida personal y territorialmente situado) y en términos de enfoques (críticos, contrahegemónicos). También se subrayaron algunas divergencias, por ejemplo respecto al lugar de las espiritualidades locales en la investigación (aunque siempre desde un punto de vista anti esencialista). Lxs comentaristas levantaron algunas interrogantes y preguntas abiertas para lxs autores; y se reiteró que, tomando en cuenta la diversidad de voces y perspectivas que cohabitan en el sur, la Red de Investigación Crítica del Sur se propone promover una posición crítica dentro de esa heterogeneidad. En este sentido, este número pretende abrir preguntas más no dar respuestas definitivas, e invitar al debate en y desde los espacios académicos del sur peruano. Luego de la presentación transmitida por las redes sociales del CBC (disponible en línea), se compartió un brindis y los debates y comentarios siguieron en los pasillos, entre risas y abrazos fraternos.
Al día siguiente, se realizó un día de trabajo interno de la Red de Investigación Crítica del Sur con aproximadamente veinte participantes. La mañana fue dedicada a las presentaciones, personales y colectivas, pues muchas personas se habían conocido por medios virtuales en los momentos previos de organización y logística, pero fue el primer momento de encuentro físico. Con dinámicas inspiradas en metodologías de educación popular, ese primer momento bastante dinámico y alegre dió paso a un breve recuento de los primeros pasos de esta iniciativa hasta la fecha, como momento fundador.
Pável Aguilar aportó un esbozo de panorama de la investigación en el país. Lo que más interpela es el centralismo en círculos y redes universitarias, en artículos académicos y consultorías, donde se evidencia la poca o nula presencia de investigadores por fuera de Lima y de los círculos académicos tradicionales, lo que produce una lectura centralista sobre un país nonobstante diverso como lo es el Perú. Ello se ve en las interpretaciones que se hicieron del estallido social donde se percibieron una serie de apreciaciones esencialistas, exotizantes, con argumentos semejantes al informe sobre los acontecimientos en Uchuraccay. A su vez, en las regiones sur del país, la situación de la academia regional resuta desoladora. Finalmente, tenemos fuertes discrepancias con los enfoques para tratar determinados temas de actualidad candente, como es la minería informal, asociada (y exclusivamente ella) a todos los males del país. Las soluciones que se ofrecen desde el conservacionismo juegan con la idea enunciada por el Estado de “erradicación total”. Sin embargo, consideramos que este paradigma no permite tomar en cuenta las complejidades de estas economías, por lo que conformar esta red consiste en plantear una agenda de investigación yendo más allá de dicotomías maniqueas, y ofrciendo un paso al lado de las agendas de las organizaciones del centro global del Norte.
Luego de esta presentación pasamos a trabajos en grupo para elaborar una mirada colectiva sobre el tema. Se subrayaron una serie de problemáticas: la gran precarización económica, pero también la folclorización de lxs investigadorxs de regiones sureñas; el fuerte androcentrismo y eurocentrismo de la academia tradicional; la despolitización de las agendas investigativas, que acompaña una lógica de productividad desenfrenada propia del neoliberalismo; a su vez que el modelo de universidad privada se ha erigido como modelo a seguir para las universidades públicas. Se indentificaron también cierta rigidez metodólogica y temáticas censuradas en las tesis de lxs estudiantes que tiende a obstaculizar planteamientos novedosos. Frente a ello, nos planteamos la necesidad de encontrar fuentes alternativas de financiamiento que no nos obliguen a sacrificar nuestras apuestas científicas, así como encontrar modos distintos de difundir los resultados de investigación. Nos planteamos también, frente a una atomización de lxs investigadorxs del sur peruano, el reto de armar una comunidad académica capaz de repensar la forma de hacer investigación: pensar las autorías colectivas sin bajar la rigurosidad, plantear estrategias que permitan ir más allá de los criterios hegemónicos, funcionar de manera fundamentalmente descentralizada, apoyar y acompañar a la joven investigación marginalizada y a menudo precarizada, transformando los miedos y las frustraciones. Junto a eso, consideramos necesario sostener un vínculo horizontal con el movimiento social, en su diversidad y complejidad, empezando por cabildos en los distintos territorios.


Inicialmente, son cuatro los ejes de trabajo transversales que se buscarán desarrollar: 1) saberes periféricos en Perú. Disputando el centralismo epistémico; 2) (re)imaginando la democracia : crisis y alternativas a la democracia liberal; 3) género, racialización y relaciones de clase desde espacios subalternos; 4) más allá del punitivismo institucional: entendiendo las economías populares.
Luego de un almuerzo ameno, la tarde fue dedicada a la ardua tarea de la organización interna y la estructuración de la Red. ¿Qué criterios movilizar para aceptar nuevos miembros? ¿Cómo organizar el trabajo y la toma de decisión, agilizando los procesos pero garantizando transparencia y democracia radical? ¿Qué funciones debería asumir el Consejo Directiva, con qué frecuencia se reuniría la Asamblea General, cómo debe funcionar el Comité de Ética? Esos debates, densos pero inevitables, nos ocuparon el resto del día, pues son la garantía de una institucionalidad fuerte para los meses y años que vienen. Un grupo se encargará de los proyectos de formación; otro de las tareas de comunicación; y el tercero, de incidencia política. De hecho, la Red de Investigación Crítica del Sur no apunta a desenvolverse únicamente en el ámbito estrictamente académico, sino que busca dialogar y debatir con los movimientos sociales del Sur, y con el contexto regional y nacional en su conjunto. El tipo de academia que queremos construir no está ajena a los acontemientos que agitan la sociedad y el país, sino que es un actor importante que debe asumir las responsabilidades que corresponden a las narrativas que produce y los posicionamientos que asumen. Cerramos la tarde escogiendo los integrantes del nuevo Consejo Directivo, buscando equilibrar las procedencias territoriales y cuidando la paridad: Luis Rodríguez (profesor de la Universidad Nacional del Altiplano, de Puno), como representante del grupo de trabajo Formación; Ricardo Jiménez (profesor de la Universidad Privada de Tacna), para el grupo de trabajo de Comunicación; Rudy Roca (investigador independiente de Cusco), para Incidencia Política; Carolina Weill (profesora de la UNSAAC de Cusco y joven investigadora asociada al IFEA) y Marycielo Hidalgo (maestrante de la Universidad de Tarapacá) para la organización y articulación general de la Red.

De izquierda a derecha: Ricardo Jiménez, Luis Rodríguez, Carolina Weill, Marycielo Hidalgo y Rudy Roca.
El trabajo que nos espera no es poco. Primero, esperamos ser un espacio que pueda acoger y acompañar a lxs jóvenes investigadorxs que, amenudo por motivos de necesidad económicas, tienen dificultades para conciliar trabajo remunerado y trabajo académico. Ser un espacio de aliento e incentivo para esa joven investigación de provincia es un objetivo central. Segundo, buscaremos dar visibilidad a nuestros trabajos, que cuando dispersos pasan desapercibidos, pero juntos posibilitan un diálogo regional más articulado, y nos otorgan también una plataforma para existir como interlocutores con los centros de poder de los circuitos “oficiales” de la academia. Esa visibilidad también es crucial para acceder a consultorías y trabajos puntuales que se suelen dar con prioridad a los grandes nombres de la investigación, a menudo situadxs en Lima. Tercero, una plataforma como nuestra Red es crucial para structurar una agenda de investigación desde el Sur, recogiendo las preocupaciones y enfoques que distan aveces de lo que la capital plantea. La desconcentración y diversificación de temáticas, enfoques, metodologías, apuestas en la academia peruana es, en este sentido, una tarea urgente a la que pretendemos trabajar. Cuarto, desde una apuesta clara por la educación superior pública, nuestra apuesta va por problematizar la neoliberalización de la educación y la normalización de los paradigmas de la universidad privada como horizonte de calidad y legitimidad para el país. Nos anclamos en universidades públicas del Sur, y es desde estos espacios educativos e investigativos que pensamos y trabajamos.
En este sentido, este primer encuentro de la Red de Investigación Crítica del Sur fue un éxito de fondo y de forma. Estaremos compartiendo próximamente nuevas fechas de presentación del número 62 de la Revista Andina en la UNSAAC, en la UNMSM y posiblemente en otras regiones; un manifiesto de la Red en base a lo trabajado colectivamente durante este encuentro; así como futuras publicaciones colectivas, como un número sobre los estudios feministas desde el Sur que será publicado en el primer semestre del 2026.
OpenEdition vous propose de citer ce billet de la manière suivante :
comunicación ifea (30 septembre 2025). 1er Encuentro de la Red de Investigación Crítica del Sur . IFEA. Consulté le 19 novembre 2025 à l’adresse https://doi.org/10.58079/14s8w



